Los 90
Hace 2 años.
30 junio 2009
Búsqueda de la verdad
Al igual que quiero saber por qué el hormigón se llama hormigón, tengo otra duda: ¿los políticos también defienden la consigna "lo importante es competir"?
28 junio 2009
La fiesta de la democracia
El 99,9 % de los votantes tiene cara de orto.
El 50 % cae a las legislativas sin saber qué carajo se vota.
El 50 % se equivocan de mesa o de escuela. Y encima se enojan...
El 30 % de los que concurren a cumplir con su deber cívico en nuestra provincia no se politizan, se tinellizan y dudan entre De Narváez y Kirchner.
El 90 % de las viejas que son fiscales de mesa les encanta hacer bardo por cualquier boludes.
10 de cada 10 fiscales de mesa se rascan los huevos.
El 80 % de los viejos son fans de Bussi.
El 90 % de los jovenes van a votar con resaca. Y también con lagaña en los ojos en horas de la tarde.
El 90 % de los portaducumentos son de San Martín, de Atético, de Boca, de River, de Maradona o del Che Guevara.
Luego de que el ciudadano termina de votar, el 90 % de los presidentes de mesa dicen "gracias". ¿Gracias por qué?
El 50 % cae a las legislativas sin saber qué carajo se vota.
El 50 % se equivocan de mesa o de escuela. Y encima se enojan...
El 30 % de los que concurren a cumplir con su deber cívico en nuestra provincia no se politizan, se tinellizan y dudan entre De Narváez y Kirchner.
El 90 % de las viejas que son fiscales de mesa les encanta hacer bardo por cualquier boludes.
10 de cada 10 fiscales de mesa se rascan los huevos.
El 80 % de los viejos son fans de Bussi.
El 90 % de los jovenes van a votar con resaca. Y también con lagaña en los ojos en horas de la tarde.
El 90 % de los portaducumentos son de San Martín, de Atético, de Boca, de River, de Maradona o del Che Guevara.
Luego de que el ciudadano termina de votar, el 90 % de los presidentes de mesa dicen "gracias". ¿Gracias por qué?
22 junio 2009
¿Un verdadero hijo de puta?
Una vez un amigo me comentó: "mi viejo dice que los petisos, los pelados y los rengos son los más hijos de putas". La semana pasada me lesioné la pierna jugando al fútbol. De más está decir que no me pienso pelar para no levantar la perdiz. Pobre mi santa madre...
16 junio 2009
Mi relación con el Paco
Mis tías, que por cierto eran muy cargosas, nunca se la jugaban con el regalo y siempre tenían dos opciones: un calzoncillo (que venía en algo así como un camioncito de cartón) o una colonia "Paco". Ante los obsequios tenía que responder con un educado "gracias, no se hubiese molestado". ¡Regalame un juguete, hija de puta!. Encima cuando sos pendejo lo menos que hacés es perfumarte. En fin, que en paz descansen...
15 junio 2009
Un poeta for export
Alcides llegó a España y es ídolo en Villareal. El año pasado hasta Robert Pires cantó "Violeta". Y después dicen que Argentina es un país generoso...
09 junio 2009
Tarde negra
El otro día volvía de la facultad en el bondi y dos paradas más adelante subieron dos changuitos morochos que salían de la escuela. Ambos eran similares a Robinho. Con una tribuna escolar de fondo, se fueron insultando por su color de piel desde que se sentaron hasta que se bajaron. Muy creativos y hasta irónicos, supieron metaforizar la pigmentación caribeña que poseen:
1. Orilla i bollo
2. Frenada de camión
3. Jugo i mora
4. Mango i sartén
5. Berenjena
6. Gol en contra (porque lo hicieron sin querer)
7. Café
8. Chocolatín
9. Polaco
10. Sopa de hospital (no lo traga nadie)
1. Orilla i bollo
2. Frenada de camión
3. Jugo i mora
4. Mango i sartén
5. Berenjena
6. Gol en contra (porque lo hicieron sin querer)
7. Café
8. Chocolatín
9. Polaco
10. Sopa de hospital (no lo traga nadie)
07 junio 2009
06 junio 2009
Ley contradictoria
- ¿Cómo podemos arreglar?
- ¿Cómo dijiste? Me estas faltando el respeto, yo estoy trabajando.
- Bueno, disculpe.
10 minutos más tarde...
- Bueno, pendejo, decime cuánto tenés.
Valga la paradoja...
- ¿Cómo dijiste? Me estas faltando el respeto, yo estoy trabajando.
- Bueno, disculpe.
10 minutos más tarde...
- Bueno, pendejo, decime cuánto tenés.
Valga la paradoja...
01 junio 2009
Death makes angels of us all
Todos conocían al borracho Alberto, "Bosi" para los amigos. Un tipo que tuvo una vida cómoda, vivió siempre del dinero de su padre, don "Tito", un jubilado de la Policía, de quien también heredó su casa. Cuando el anciano falleció, Alberto tuvo que salir a trabajar en la construcción. A los 40 años agarraba por primera vez una pala.
Pero un poco antes de empezar su aventura laboral, vendió cuanto objeto material tuvo encima para seguir con su rutina alcohólica: los cables de la luz (por el cobre), las cañerías de su casa, un equipo de música gigante, la heladera, la cocina, entre otros. Nunca se le dio por delinquir.
Era un ser muy solitario, nunca le conocí una pareja. Su único amor, del que soy testigo, era Atlético. También las malas lenguas dicen que tenía una relación fogosa con su perra. En muchas oportunidades lo vi abrazándola apasionadamente.
Tomaba dos cervezas y su estado cambiaba totalmente. Sentado siempre en la vereda de su casa le invitaba una rubia caliente a todos los que pasaban por ahí. Nunca fue violento, era muy inocente. Los vecinos se reían porque cuando estaba ebrio gritaba su frase más popular: "qué saludás, puto".
La última vez que lo vi fue el viernes, cuando se dirigía lentamente a Camboriú, un lugarcito en la zona del bajo. Anoche lo encontraron boca arriba, ahogado con su vómito. El barrio se quedó sin su personaje más pintoresco.
Pero un poco antes de empezar su aventura laboral, vendió cuanto objeto material tuvo encima para seguir con su rutina alcohólica: los cables de la luz (por el cobre), las cañerías de su casa, un equipo de música gigante, la heladera, la cocina, entre otros. Nunca se le dio por delinquir.
Era un ser muy solitario, nunca le conocí una pareja. Su único amor, del que soy testigo, era Atlético. También las malas lenguas dicen que tenía una relación fogosa con su perra. En muchas oportunidades lo vi abrazándola apasionadamente.
Tomaba dos cervezas y su estado cambiaba totalmente. Sentado siempre en la vereda de su casa le invitaba una rubia caliente a todos los que pasaban por ahí. Nunca fue violento, era muy inocente. Los vecinos se reían porque cuando estaba ebrio gritaba su frase más popular: "qué saludás, puto".
La última vez que lo vi fue el viernes, cuando se dirigía lentamente a Camboriú, un lugarcito en la zona del bajo. Anoche lo encontraron boca arriba, ahogado con su vómito. El barrio se quedó sin su personaje más pintoresco.
